miércoles, 21 de febrero de 2007

Familias

No puedo salir de este lugar. Es pequeño, poco luminoso, demasiado moderrrrrno. Me aprieta por los cuatro -¿cuatro?- costados, pero sin embargo no puedo, de verdad no puedo, salir de él. Alicia en el país de las pesadillas, y ni siquiera tengo la poción mágica para empequeñecerme y desaparecer. La mujer menguante, como en aquella vieja película en blanco y negro que ví por televisión en casa de mi madre. Me perseguirían los gatos del tejado, acabaría comida por un pájaro, por una araña, por una cucaracha. Tengo miedo, bastante. ¿Y si salgo a la calle y no hay ningún conejo de la suerte? ¿Y si de pronto me ilumino, tomo conciencia de que he vuelto a equivocarme?
Paseo por la red con todas las luces del cuarto apagadas. No quiero que mi cuerpo haga sombras; no quiero verme de pronto en un espejo, recortada sobre las paredes blancas. Tengo las ventanas de doble hoja bien cerradas, y las cortinas, de pana marrón y hule gris, corridas, superpuestas. Si entra un hilo de luz necesitaré salir a enfrentarme con el día. Y tengo demasiado miedo como para hacerlo.

Paseo por la red de bloggs y sólo encuentro familias. Familias de familiares, familias de amigos. Se citan para verse, me cuentan sus encuentros, se tratan con verdadero cariño. Son hermanos, cuñados, compatriotas, vecinos, compañeros de estudios o de juegos. Por suerte todavía no encontré ningún "rincón de los amantes". Seguramente no podría soportarlo.

Me atreví a entrar a varios de esos blogs e inclusive dejé mi comentario en alguno de ellos. Mujeres rubias recortadas sobre un fondo de libros: periodistas, dibujantes, bordadoras; hombres con profesiones creativas y muchísimo talento. Poetas y Escritores.

Les confieso una mentira que ni siquiera lo es: en mi perfil he puesto dieciocho años cuando en realidad tengo casi cuatro más. Me equivoqué al hacerlo y ahora no sé como enmendar ese primer error. La Mujer que Todo lo Sabe diría que fue un lapsus, un acto fallido, un deslizamiento. El Monstruo se reiría de mí. A carcajadas, con su amplia y bien dibujada boca bien abierta.

No sé si podré aguantarlo. ¿Hay algún remedio que me ayude a superar el mono de sus manos?

1 comentario:

g. dijo...

Hola, me encantó llegar aqui, voy a leer todo con detenimiento. bso.